jueves, 30 de septiembre de 2010

Soledad...


Soledad, la compañera del miedo, la de los futuros inciertos, la del camino, la búsqueda. La soledad es una ingrata que se le va agarrando el gusto con un alto riesgo de terminar completamente enamorado de ella, la soledad es una casa que no te pertenece, una cama vacía, un despertar a las 3 de la madrugada y no saber porqué…La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace que nos encontremos con nosotros mismos, la soledad soy yo en compañía del pasado, un pasaje a la angustia, un beso que se pierde en la almohada, ese montón de sonidos que se ocultan en la sombra, una malvada insoportable y maravillosa que me gusta, no sé bien porque, es el velorio de un día que se fue, la soledad es un espejo que no miente, es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta y salir para seguir haciendo lo mismo…

lunes, 27 de septiembre de 2010

Insomnio...


Y aquí estoy, una noche más con jaqueca y sin poder conciliar el sueño, mientras, disfruto la pasividad que me da escuchar una melodía, es increíble lo que son las situaciones. En un rato ya me tendré que levantar, tomaré un baño y una vez más a la vida. Inútil me resulta darme vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, mientras, los minutos se van quemando sin dejar rastros de su paso por mi habitación. El tiempo pasa y sin que pase de nada, quiero dormir, no sólo porque lo necesito, quiero hacerlo porque así también avanzan los minutos hacia el amanecer, para no sentirme sólo entre estas cuatro paredes cubiertas de un papel tapiz que me deprime. Ya son 2:46 am, la angustia se instaló en mí cabeza, y sigo aquí en mí habitación descubriendo que mantengo viva la hipocresía de una utopía que choca con la realidad sincera de un mantente a raya.

sábado, 4 de septiembre de 2010

¿Destino o libre Albedrío?


¿Por qué soy como soy? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?. Miles de preguntas son las que nos hacemos mientras vivimos, mientras pasamos experiencias en la vida, cuando algo nos sucede. A todas ellas hay respuestas alentadoras, que vienen dadas por nuestros abuelos, padres, amigos, etc. Muchas de ellas sin fundamentos pero, nos ayudan a tranquilizar nuestra alma confundida. ¿Cuál es la respuesta correcta?, puede que nadie la tenga o puede que si, quien sabe. A lo largo del tiempo se ha tratado de dar explicaciones a las interrogantes de la vida, los filósofos ha dando su punto de vista, poetas que dicen tener la razón y quizás la gran respuesta sea “sólo estamos viviendo nuestra propia experiencia”. Entonces, ¿existe el libre albedrío? o ¿vivimos esclavizados en nuestra realidad marcada por la vida?.

Quizás tenemos un destino trazado el cuál nos enfrentamos al momento de nacer, el país en que nacimos, la familia que tenemos, la clase social, circunstancias que marcan nuestra vida, la genética. Todo lo que está bajo nuestro control y que no hemos elegido ni creado, lo podemos llamar destino. Esto puede ser la diferencia de nacer dentro de la realeza o en la miseria, nacer sanos o con alguna enfermedad congénita, etc. Y las decisiones que tomamos dentro del marco de nuestro destino, es lo que llamamos libre albedrío. Tú decides a cada momento de tu vida, día a día vas tomando decisiones que pueden ir cambiando el rumbo de tu vida. Tú decides si trabajas o te quedas durmiendo, si perdonas o sigues guardando rencor, si ayudas o ignoras, si giras a la izquierda o hacia la derecha. Al final dentro del marco del destino, eres tú quien crea tu vida, quien la pinta de colores, la llena de matices, quien destruye o construye y puedes llegar hasta donde te permitas llegar.